Bienvenida

Un nuevo blog, llamado historias...

Tal vez leas de alguien que te he contado, tal ves leas tu historia. Algún punto donde tu historia se ha cruzado con la mía. Tal vez no sea como tu la recuerdes, ni como yo lo hago... el tiempo va borrando ciertos detalles, pero la esencia permanece.

domingo, 21 de abril de 2013

...Monse y Miriam...




Ah, las conozco desde hace un montón, ya perdí la cuenta.  Y creo que son de las personas que estarán ahí por los siglos de los siglos.  Que no es necesario verlas a diario o llamarles.  Si, se de cierto que de repente nos hemos abandonado.  Pero yo se de cierto que estaré ahí cuando me necesiten.

Y bueno las pongo como en un apartado a ambas, porque vienen como en paquete.  Son parte de la misma faceta de mi vida.  En un principio teníamos muchas cosas en común, y eramos muy similares.  Con el paso de los años y las experiencias de vida, las cosas fueron cambiando... las perspectivas y las metas.

Quien sabe, tal vez fue eso lo que nos hizo alejarnos.  Lo cierto es que viví a su lado cosas muy chidas, aprendí de su historia, de ellas, crecí, disfrute, me reí, me caí y ayudaron a que me levantara.  Me apoyaron cuando lo necesite.  Escuche de su parte consejos y regaños, e igual di consejos y palabras. 

Es complicado escribir de ellas.  Es más factible que lean y rezonguen.

Hoy las veo, y me da orgullo ver donde están.  Lo que han logrado.  Y no dudo que vayan a por más... Yo espero mi invitación pronto para la boda de Monsse.  Y que Miriam se saque el ramo! jajajaja...
Son dos mujeres maravillosas.
 

sábado, 20 de abril de 2013

Sobre mis tias


No tengo abuela… se nota. Tuve tres tias abuelas maravillosas, ahora solo tengo dos. Son muy cercanas, importantes, especiales para mí.  Una parte de mi educación moral y humana la hicieron ellas. 

Convivir con la madre tierra, pisar la tierra.  Acostarse el pasto, las piedras, jugar con el lodo, subir arboles, pisar el mundo sin barreras entre la planta de tus pies y la arena, las piedritas que se encajaban al dejar caer el peso de mi cuerpo sobre ellas al caminar.  Y no sé si este autorizada yo a escribir sobre ellas, así que lo haré de la forma más general posible, desde mi perspectiva de sobrina. 

Mi tía Eva es… un ejemplar del que se rompió el molde.  Para mí es peculiar: los males que la aquejan, la forma en la que ve las cosas, su estrecha relación con la iglesia.  Tiene una coraza tan dura y difícil de penetrar. Tal vez es por su historia y todo lo que le ha tocado vivir.

Sé casó? No se casó? Yo no lo se de cierto, no es algo esencial, pero ha tomado el rol masculino en la casa, es ella quien lleva la comida, que toma las decisiones y hace el trabajo fuera, en la tienda.  Hace unos 15 años, la tienda era un gran negocio, se surtía cada jueves.  La competencia era poca, estaba muy surtida y en realidad la ropa que se ofertaba en todas partes no mostraba gran variedad. 

Desde que me acuerdo siempre ha estado cercana a la iglesia.  No se si en base a eso gire su vida, pero si es un eje importante en su rutina, va a misa temprano, solía dar cursos de xv años y de confirmación.  De una u otra forma busca educar moralmente desde donde se encuentre. Y en los ultimos años se ha estrechado más.  Se relaciona mucho con los parrocos y los circulos allegados a la iglesia y lo que tiene que ver.  No es algo que juzgue, simplemente no concuerdo con visión moralina, ultraconservadora y derechista con la que comulgan.  

Es de un caracter fuerte, es orgullosa, y hasta cierto punto misteriosa.  Para mí es una mujer que se ha hecho dura con el tiempo, se ha visto en la necesidad de no mostrarse debil en ningun momento porque tiene miedo de en alguna ocasión necesitar de alguien.  No puedo sentir si no respeto, amor y gratitud por ella, por ambas en realidad. 

Está en contra de los homosexuales, del matrimonio entre personas del mismo sexo, en contra de la cotorrez, de la libertad, (yo lo concibo como libertad, pero para ella es libertinaje) contra que las mujeres estudien más allá de la carrera, está en contra de la ropa corta y escotada, de pensar más allá de lo que los padres digan, pero también: esta en contra de la gente huevona, que dice mentiras, la gente hipocrita y sucia.  

Tiene un gran ojo para conocer a las personas, como una especie de rayos equis.  Yo creo que tiene genes de bruja, o hechizera, o algo paranormal.  No es que sea rara, pero tiene habilidades distintas... Viajes astrales y premoniciones, y dice que recuerda desde que tenía meses de edad. 

Sabe mucho, de todo tiene algo que decir.  De vez en cuando usa chingaderas en en lenguaje y otras palabras que no son bien vistas socialmente, y nunca calla su opinión aunque hiera sensibilidades.  A veces no se mide en lo que dice y termina lastimando.  

Mi tía Maria Luisa.

Ella es más hogareña, aunque la cocina, he de decir, a ninguna de las dos se les da tan bien como en algun momento se le dio a mi tía Teresa. Ella tiene un taller de costura, hacia muchos vestidos de niña, y luego empezó a hacer ropa de mujer y de señora.  Nunca hace cosas escotadas, no vaya a ser que Dios la castigue por hacer que las mujeres "enseñen las pechugas" (así lo dice literalmente).

Nunca se casó. Dice que por mensa.  Y se arrepiente. Se arrepiente día y noche.  Yo creo que por eso va tanto a misa.  Debe sentirse culpable.  Lee mucho, o bueno leía mucho.  Lo bueno es que nunca veía telenovelas, solo el chisme rosa.  Y después de verlo rezaba el rosario por tanto pecado que cometían las artistas (eso lo supongo).  

Al igual que mi tía Eva, es mujer de Dios. No fuma, no toma, no se droga, no anda de loca. Va a misa todos los días, reza el rosario, no sé que pecado puedan cometer.  

Regresando a que nunca se casó, justo por eso planea macabramente evitar que alguien más sufra la desdicha de quedarse sin casar, o peor, quedarse a vestir santos.  Y eso, no me excluye a mí.  Desde que tengo uso de razón, se me ha inculcado de parte de ambas, pero más de ella, que una mujer debe cocinar, limpiar, barrer... y debe casarse y tener su casa limpia. 

Lo de mi tía es eso... incitar al sacrosanto matrimonio, las buenas costumbres, y el bien vestir. Cosas que hasta no hace mucho no me molestaba.  Pero después comenzó a frustrarme.  Que si tenia novio, que si no.  que como me vestia, que dejaba mi cuarto echo un desmadre, que si no sabia lavar mi ropa. etc.  Sigo cargando sus traumas.  Yo digo que se pichen la terapia, porque en realidad me frustra.  Lo que ellas quieren y desean que yo haga no es lo que yo quiero.  

Es más, no se si me quiera casar, si quiera tener hijos, si quiera tener mi casa limpia.  Y si no? Realmente me frustra la posibilidad de quedarles mal. Y no es que quiera quedarme a vestir santos (Yo creo que desvestirlos es más divertido). Pero es algo que no sé si quiera. Así que ... la terapia es necesaria. 

En sí, mis tias son las abuelas que no tuve.  Pero yo creo que si no se hubieran quedado a vestir santos ni mi mamá, ni mis tíos, ni mis primos, ni mi hermana, ni yo hubieramos tenido la infancia tan feliz que tenemos (digo tenemos porque a veces me resisto a abandonarla.). Hicieron una labor de crianza maravillosa. 

Yo creo que somos afortunados por tener a estas mujeres en nuestra familia, aunque no sepamos verlo.  Para mí es admirable el trabajo de educación que hicieron.  Y es bueno, al menos para mí, contar con esas bases extremadamente conservadoras con las que hoy sé que no estoy de acuerdo, pero ya tengo los argumentos con los cuales debatir y criticar. 

Si, son parte vital en mi historia.  Crecí con ellas.  Aprendí de ellas.  Cuidaron de mí y velaron porque estuviera bien, y lo siguen haciendo, a la distancia y a su manera.  Aunque me cueste entender sus motivos, es su forma de expresar que me quieren (o eso quiero creer yo). 



domingo, 7 de abril de 2013

La Chona I




Mi historia comienza justo en un pueblo llamado Encarnación de Diaz, Jalisco.  De donde son mi padre, mi madre y sus respectivas familias.  No es un lugar muy grande, todo mundo se conoce.  Los chismes son el pan de cada día.  Un mercado, vías del tren, iglesias, kiosco, calles, negocios.

Todas las ciudades se parecen, tienen casí lo mismo, funcionan igual... Obviamente exhaltamos la nuestra, que si las tradiciones, que si hacen algo muy bien.  Pues yo resalto de la Chona muchas cosas: El delicioso pan, la industria textil, su tradición migrante, los tacos de tripas, el machismo, lo mocho.

Una ciudad pequeña, sin necesidad de coche para transportarse de un punto a otro de la ciudad. Hace unos años aun no era invadida por cadenas comerciales.  Habia tiendas grandes de abarrotes, tienditas de la esquina, mercado y tianguis.

No fue hasta años después que hubo servicio de transporte público. Creo que sólo había 2 gasolineras, una perteneció a la familia de mi papá un tiempo, luego llegaron esas empresas trasnacionales, dandole un poco en la torre al comercio local.

Mi tía tiene desde mucho antes que yo naciera una tienda de ropa. se llenaba de clientas, y cuando era una pequeñita, ya me explotaban: mi tía solía llevarme y me sentaba en las vitrinas... creo que era para atraer a más gente.  Todo mundo preguntaba que como me llamaba, y que de quien era hija... mientras las dependientas aprovechaban para ofrecerles más mercancía.

Antes de que nos mudaramos a León, mis tías cuidaban el "Rancho Viejo", un montón de hectareas, una casa vieja, cochineras, una presa.  Al lado estaba un parque que tenia canchas de fronton, de basquet y juegos y patos.  En ese rancho vivieron mucho tiempo mis tías, después era la casa de campo para vacaciones, pero se seguían haciendo cargo de el.  Nunca supe que pasó.  Hasta años después que fue vendido por una baba de perico, fraccionado para hacer crecer la ciudad.

Esa tienda... el pretexto prefecto para ir a trabajar en vacaciones y escapar a la rutina tranquila del pueblo... al principio era solo el agente "T" traime esto, ten y ve al banco, toma, este no era...  y después me dejaba la tienda como encargada.

Desde los 12 o 13 años me iba semanas en vacaciones para allá.  Era bueno para mí dejar un rato a mis papás, aunque después, la Marijose se me pegaba.  Lo importante era ir para allá... si, a ganar un dinerillo.  pero tal vez había otros motivos (♥) y digo tal vez... porque nunca se comprobó nada!

Si, ver a mis primas, salir con ellas. Llegó un momento en que no sólo conocía a mis primas... si no a unas cuantas chamacas más y algunos mequetrefes.  Algunos merecen mención aparte, pero más adelante será.

las vacaciones en la chona era como regresar a los orígenes.  A la rutina de siempre, a una vida tranquila, que mi tía chula me consintiera, escuchar a mis tías, ir a la huerta. a ver a la familia.  no es que sea muy apegada a ellos, pero era bueno verlos de vez en cuando. A quienes en definitiva fui apegada, era a mis tías abuelas maternas y a mis primas paternas.